Quiero invitarte a reflexionar
sobre dos puntos cruciales, cuando hablamos del inicio del camino a nuestros
logros, a nuestras metas, sueños,…
El primer punto importante es revisar
nuestra mirada, siempre a priori nuestra mirada define que algo sea o no
posible para nosotros. Sabemos que frente a la misma situación dos personas con
iguales recursos y posibilidades se dicen cosas distintas, dependiendo –entre otras
cosas- de su emocionalidad y sus creencias. Y aún la mismísima persona, se dice
cosas distintas de acuerdo al estado emocional que tenga. Si piensa en su sueño
o en su objetivo en un mal día o en un momento en que tuvo un revés muy fuerte,
no sería difícil que se diga que tal cosa no es posible para sí misma o que no
está lo suficientemente preparada, o no puede acceder a los recursos, o no
podrá lograrlo, etc. Mientras que si –por ejemplo- viene de tener un gran
éxito, podría esperarse que su
conversación sea exactamente la contraria.
Por eso, es importante revisar
en primer lugar nuestra mirada. Y buscar apuntalarnos en evidencias que nos
acerquen a lo que deseamos para nosotros, ya sea en el dominio del ser, del
hacer o del tener.
Lo segundo son nuestros hábitos.
Si nuestro objetivo o nuestro sueño son valiosos, siempre hay un largo camino
para poder llegar a él. Un camino que implica esfuerzos, renuncias, cambios,
costos,… pero en ese largo camino, ya sabemos de sobra que cada paso cuenta,
quizás no cuente hoy si no tenemos la costumbre de valorar cada paso que damos.
Pero más tarde, en retrospectiva, contará, porque cada paso, cada elección de
camino, cada esfuerzo nos llevó a destino. Entonces cada cambio cuenta. Para comenzar
podemos elegir un mal hábito para dejar y decidir reemplazarlo por un buen
hábito.
“Los
buenos hábitos son la clave de todo éxito. Los malos hábitos son la puerta abierta
al fracaso”
Og
Mandino
Recordándonos que cada paso cuenta, cada paso es un paso
que estamos más cerca de la meta, cada cambio –por pequeño que sea- nos
transforma en la persona maravillosa que estamos destinadas a ser. Basta con mirar hacia atrás para recordárnoslo,
y para seguir adelante con fe y determinación.
Más
adelante del camino, tus más preciados sueños esperan por ti.
Muchas gracias por
leerme,
Un abrazo
Cristina Perrucci
Hola CRISTINA .SOY BLANCA SIEMPRE ME ACUERDO DE LOS MOMENTO QUE PUDE ASISTIR A LAS CLASES. lUEGO TE FUISTE Y VINO MARTA UNA GENIA. ME QUEDE CON GANAS DE SEGUIR AUNQUE VOS SABES QUE EL COSTO DE LOS CURSOS NO ESTA EN MIS PRESUPUESTOS.
ResponderEliminarTe mando un hermosos saludo.
BLANCA
Blanca
Blanca, muchas gracias por compartir, Un abrazo
ResponderEliminarCristina